Muy pronto en mi vida
- Lasommelierdelibros
- 21 abr 2020
- 2 Min. de lectura

“Para Abelardo, porque todos los libros, los compartidos y los que aún quedan por leer, van hacia él en un diálogo sin fin”. Con este epígrafe comienza La vida invisible el último libro de la escritora argentina Sylvia Iparraguirre que forma parte de la colección Lector&s de Ediciones Ampersand, dirigida por Graciela Batticuore en la que prestigiosos autores escriben ensayos en clave a la vez reflexiva y autobiográfica acerca de la lectura, el mundo de los libros y las bibliotecas.
Encontrarlo fue toda una aventura que dejaré para otro momento, la verdad es que apenas lo tuve en mis manos no pude parar de leer, todo lugar era propicio para sacar mis anteojos e inmiscuirme en la intimidad de Iparraguirre. Sí, su intimidad, porque los libros que leemos hablan mucho de lo que somos, de lo que pensamos, de lo que nos gusta y de lo que no, de nuestra inclinación política y hasta de la sustancia de la que se compone nuestra alma.
El invierno de 1947 la vio nacer en Junín, Provincia de Buenos Aires. Desde chica supo que los libros formarían una parte primordial de su existencia, todo está detallado en esta vida invisible que va relatando, sus primeros libros, sus primeras sensaciones, la biblioteca de sus abuelos y ya de joven la biblioteca de Abelardo Castillo, escritor y mejor lector aún; según sus propios dichos. El amor de su vida, esta vida que se bifurca entre libros y realidad.
Sylvia relata las mil y una relaciones que tuvo con los libros y despierta en el lector la curiosidad de correr a buscar muchos de esos títulos que menciona, porque el análisis que lo acompaña es tan maravillosos como el propio libro en sí.
Su época de estudiante y luego su construcción como escritora la llevan a mencionar innumerables lecturas acompañadas de anécdotas entrañables y de frases tan transparentes y tangibles que no son fáciles de pasar por alto.
Sin dudas una obra que no tiene desperdicio para aquellos que como Iparraguirre vivimos en una vida paralela, la de los libros. Los fanáticos de las notas al margen, de las banderitas señaladoras de datos que no se pueden escapar, de los escritores, al fin y al cabo, de los soñadores de utopías.
Es imposible terminar esta nota con mis propias palabras, no encuentro final, no sabría bien cómo transmitir el efecto que causó en mí La vida Invisible, para eso quien mejor que su propia autora “Cuando un escritor forma parte de nuestra actividad mental, cuando fragmentos de sus cuentos, ensayos o poemas surgen, espontáneos, asociados a una conversación, a una anécdota cien veces repetida, o a una esquina, calle o barrio de Buenos Aires que cruzamos y que produce en la memoria una encrucijada topográfico-textual, o a la mención de un lugar o de una lectura, ese autor se ha hecho uno con nosotros”.
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